lunes, febrero 18, 2013

VISITA

No estoy. 
No la conozco.
No quiero conocerla. 
Me repugna lo hueco, 
la afición al misterio, 
el culto a la ceniza, 
a cuanto se disgrega. 
Jamás he mantenido contacto con lo inerte. 
Si de algo he renegado es de la indiferencia. 
No aspiro a transmutarme, 
ni me tienta el reposo. 
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia. 
No estoy para lo inmóvil, 
para lo inhabitado. 

Cuando venga a buscarme, 
díganle: 
"se ha mudado".



El doble colega, Oliverio Girondo.

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